Casa Rural El Cajigal De Quintana

La Casa Rural El Cajigal de Quintana se sitúa entre jugosas praderas y tupidos robledales. Ubicada  al pie de las montañas cantábricas en su soleada vertiente sur y a 3 km de la histórica villa de Espinosa de los Monteros, lo que hace de ella un lugar ideal para el descanso y el disfrute en plena naturaleza. Se encuentra en las postrimerías de cinco valles (Pas, Mena,  Carranza, Soba y Trueba) cuyos paisajes, costumbres y gastronomía hacen deliciosas las excursiones en coche pero también a pie, en bicicleta o a caballo. A menos de una hora del mar en Laredo o de la monumental y cosmopolita ciudad de Bilbao. En definitiva, un recóndito escondite para pasar una estancia inolvidable gracias a su belleza pintoresca, su inmejorable ubicación y una gran cantidad de planes para hacer.

El Cajigal de Quintana es un caserón de 1941 que originariamente fue casa de ganaderos. En el año 1999 la familia Villate Ruano la adquiere y comienza una rehabilitación que dura casi dos años. La estructura original tenía intacto el establo, con su portón de ganado, su comedero y su pocilga o borcil para el "chon" (nombre con el que se denomina en la zona al cerdo), así como una troje (granero doméstico donde se almacenaban cereales, legumbres y frutos secos). Igualmente conservaba detalles típicos de la arquitectura local como el revoco en blanco, la doble ventana de madera, los suelos de ladrillo hidráulico o la cocina de carbón.

La rehabilitación y transformación de la casa ganadera en moderna casa rural se hizo conectando de manera equilibrada pasado y presente, respetando los elementos originales y fusionándolos con las necesidades actuales. Los techos, los pilares y la escalera han podido conservarse casi íntegramente. En el interiorismo y decoración también se ha apostado por el rescate de elementos autóctonos, recuperando muebles y complementos de caserones de los valles más cercanos con delicadas técnicas de restauración. En el exterior de la casa encontramos un hermoso y amplío jardín. Además de varias terrazas, barbacoa y garaje cubierto y cerrado para bicis y motos gratuito. En definitiva, El Cajigal de Quintana ha querido hibridar la autenticidad pretérita con la funcionalidad presente para brindar a sus huéspedes un alojamiento auténticamente rural con el máximo confort y comodidad. 

La casa es un edificio de piedra, madera, ladrillo y pizarra de 750 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. Cuenta con diferentes zonas comunes en el interior: Salón-comedor con chimenea, televisión TDT, Dvd y reproductor músical. Recibidor-punto de información y rincón de juego infantil. 5 habitaciones: individual, doble, triple y hasta cuádruples con baño propio y televisor con TDT opcional. Cuarto de baño de servicio de uso colectivo. Calefacción en toda la casa con regulardor individual por habitación.

La habitación Tesla es una amplia habitación doble (con posibilidad de triple o cuádruple) con viguería de madera original y techos altos. Decorada con motivos rústicos y pintada en tonos cálidos que evocan reposo y serenidad. Dispone de cama de matrimonio y una cama-barco centenaria restaurada por Inma, ideal para los niños. Cuenta con un cómodo cuarto de baño y balcón a la fachada de la casa con vistas sobre el pueblo y los montes La Tesla y Bedón.

La habitación Bedón es una romántica habitación pintada en tonos verdes y decoración provenzal, muebles de caoba y alfombra oriental. Habitación doble con cama de matrimonio, viguería original, techos altos, pared principal en piedra, tapiz del siglo XVIII en el cabecero. Cuarto de baño con ducha y pared de piedra. Tiene un balcón de madera sobre la fachada de la Casa y vistas al pueblo de Quintana y el Monte Bedón.

La habitación Valnera es una íntima y recogida habitación doble con cama de matrimonio. Toma su nombre del Castro Valnera, pico más alto del Valle de Lunada, monte sagrado para los pasiegos del Valle del Pas. Pintada en tonos rosaceos e iluminada con elegantes luces indirectas. Sofás orejeros, cabecero de forja, muebles de Teka, lámparas neoclásicas y amplio baño con ventana, bañera y paredes de piedra. Vistas al Cajigal de Quintana de los Prados, que da nombre a nuestra casa: verde y amplia campa de uso comunal repleta de Robles y Castaños y rodeada de casas típicas.

La habitación La Sía es una luminosa y amplia suite, con una pequeña zona de estar. Habitación doble con cama de matimonio y sofa-cama, ampliable a triple o cuádruple. Pintada en suaves tonos amarillos y decorada con muebles de madera tapizados por Inma. Mullidas alfombras de lana y láminas con motivos botánicos. Tiene vistas al prado, al porche y al jardín de la casa. A su izquierda se divisa el Picón Blanco, el monte que corona el pueblo de Quintana de los Prado, denominado así por su aspecto nevado durante gran parte del año.

La habitación Trueba es una elegante y apacible habitación doble con muebles de principio de siglo XX restaurados por Inma.

Te recomendamos disfrutar de cada rincón de este encantador municipio, de sus calles, de sus plazas, de sus monumentos, de su tradición y gastronomía y, cómo no, de su impresionante sierra. Además, la ubicación privilegiada de la Casa Rural El Cajigal de Quintana facilita el disfrute de actividades acuáticas, tanto a nivel paisajístico como lúdico. A menos de una hora de coche podemos disfrutar de las playas del Cantábrico oriental, así como las del Pais Vasco occidental, en el noroeste de Vizcaya. A pesar de que la capital de Vizcaya no tenga playas en su municipio, desde Bilbao se pueden acceder a un número significativo de playas en menos de 30 minutos en coche (dependiendo del tráfico). En el entorno de la Casa Rural El Cajigal de Quintana hay multitud de planes para disfrutar en familia: volar en globo aerostático, visitar "el jardín de setas" en las Merindades, planes gastronómicos, planes con niños...