7 noches en el Pirineo Aragonés
El Pirineo es una de las maravillas de Aragón. Todo aquel que lo visita, repite. Y es que en este lugar encontrarás increíbles montañas nevadas, ibones cristalinos, cascadas, bosques y un sinfín de cosas más que hacen del Pirineo aragonés un destino único para disfrutar de la naturaleza. ¿Te vienes?
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Un viaje al Pirineo aragonés puede ser tan diferente como gustos y personas existen. Y para conocerlo un poco, te proponemos un paseo por varios pueblecitos en los que destaca su patrimonio cultural, histórico y arquitectónico. Son perfectos para visitarlos, pernoctar y hacernos una idea de la forma de vida del Pirineo aragonés. Si lo que te gusta es estar en contacto con la naturaleza, ¡has venido al lugar indicado! El Pirineo aragonés es el destino perfecto para todo aquel que busca desconectar de los atascos, la contaminación y el ruido de las grandes ciudades. Por último, pero no menos importante, un plan que gusta a todo el mundo: el gastronómico. En el Pirineo aragonés se come de escándalo y a buen precio. Si te gusta la carne, ¡has venido al sitio indicado!
Grandes montañas y glaciares que recuerdan el origen de la cordillera, espacios protegidos, parques naturales, ibones, valles, ríos salvajes y barrancos que llaman a la aventura… Estos son los ingredientes que componen el Pirineo aragonés. Este lugar está considerado la meca de la alta montaña española, albergando las cumbres más altas del Pirineo (188 picos que superan los 3.000 metros, destacando Aneto, Posets y Monte Perdido). Este paraíso pirenaico conserva y muestra sus tradiciones, la arquitectura popular de sus pueblos, pero sobretodo son ideales para hacer actividades al aire libre y deportes de aventura en tierra, agua, aire y nieve.
Ordesa y Monte Perdido, declarado Parque Nacional en 1918 y Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1997, está ubicado en el Pirineo oscense, íntegramente en la comarca del Sobrarbe (Aragón). Tiene una extensión de 15.608 hectáreas. Además, posee el mayor macizo calcáreo del mundo y una de las cascadas más altas de Europa. Su territorio discurre por los términos de Bielsa, Fanlo, Puértolas, Tella-Sin, Torla-Ordesa y Broto. ¡Es uno de esos lugares que hay que visitar, al menos, una vez en la vida!
El Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara se encuentra en la provincia de Huesca y abarca gran parte del Prepirineo aragonés. Se caracteriza principalmente por su relieve kárstico con abundantes grutas, simas y cañones. Su conjunto de gargantas y barrancos tienen un gran atractivo para los amantes del barranquismo y deportes de aventura. El parque es destino habitual para disfrutar del senderismo, deportes acuáticos, rutas en BTT, escalada, vías ferratas…
Con capital en Jaca, la Jacetania ofrece un interesante patrimonio histórico y artístico que te dejará sin habla, como la Ciudadela de Jaca y su catedral, el majestuoso monasterio de San Juan de la Peña, las Fozes de Fago y Biniés, etc. Las visitas guiadas descubren la Jaca medieval y el Camino de Santiago atraviesa sus calles para extenderse por la comarca. La oferta deportiva en esta comarca es muy grande, con actividades como el esquí (en las estaciones de Astún y Candanchú), la escalada y el senderismo.
El valle de Benasque goza de una posición privilegiada entre algunas de las cumbres más altas de los Pirineos. Con capital en Benasque, cuenta con más de 30 pueblos y villas que se sitúan en un marco natural de montañas, bosques, ríos y lagos que en invierno se cubren de nieve. Los picos Aneto, Posets y Perdiguero constituyen el telón de fondo perfecto para un valle que ofrece deporte, aventura, estaciones de esquí como Aramón-Cerler, rutas para niños y adultos y muestras de arte románico, entre otros muchos atractivos. Las actividades más populares en el valle de Benasque son el montañisimo, el esquí, la escalada, el barranquismo, el piragüismo, la pesca o la equitación. Además, ofrece la oportunidad de recoger setas de temporada.
De obligada visita es la antigua estación de Canfranc. Hace 46 años que ningún tren para en esta estación. Inaugurada el 18 de julio de 1928, esta antigua estación de ferrocarril está declarada Bien de Interés Cultural y catalogada como monumento desde el 6 de marzo de 2002. Tiene una arquitectura palaciega francesa del siglo XIX, su interior luminoso y elegante, con una extraña belleza solitaria, pues ningún viajero espera un tren en ella. Su aspecto fantasmal ha sido plató de numerosos rodajes cinematográficos y televisivos.
El Parque Natural de los Valles Occidentales es un parque natural que fue modelado por la acción de los glaciares. Está ubicado en la frontera aragonesa con Navarra y Francia, extendiéndose por las cabeceras de los ríos Veral, Aragón Subordán, Osia, Estarrún y Lubierre. Sus elevadas cumbres albergan glaciares, ibones, ríos, bosques y selvas. Sin duda es un entorno perfecto para disfrutar de actividades deportivas, rutas, caminos y barrancos. Además es posible ver fauna extraordinaria, aquí habitan animales como el oso, el quebrantahuesos, el milano real, la nutria y el pico dorsiblanco, característico de la zona.
El valle de Pineta es un valle glaciar delimitado por altas y escarpadas crestas y paredes montañosas, que lo limitan alzándose casi 2.000 metros sobre el fondo del valle. Es puerta natural al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido pero no es lo único que se puede visitar. Su espectacular paisaje pirenaico se sucede por espesos bosques de pinos, abetos y hayas cubren las laderas de los montes. Este entorno es ideal para disfrutar del senderismo o los paseos. Para más aventura se recomienda hacer barranquismo en Broto o la Vía ferrata en la cascada de Sorrosal.
El Valle de Tena tiene unos 70 ibones, asentados en las cubetas que durante siglos excavó el hielo. Entre ellos encontramos el Ibón de Anayet, un espectacular paraje natural formado por pequeños lagos glaciares y el pico homónimo, Anayet (2.545m). Es un lugar de fácil acceso desde la cercana estación de esquí de Formigal, aunque tratándose de alta montaña es recomendable ir en periodo estival, sobretodo si se va con niños.
El valle de Gistaín mantuvo un cierto aislamiento hasta mediados del siglo XX, en el que se construyó la carretera de acceso. Por este motivo conserva sus tradiciones con mayor pureza que otras zonas, como demuestra que su lengua materna sea todavía el «chistabino», una variante de la fabla aragonesa. O la arquitectura tradicional, la artesanía popular, los carnavales, la falleta de San Juan y los bailes y trajes populares. Es un lugar ideal para la práctica de actividades al aire libre y deportes de aventura, con hermosas rutas de senderismo, excursiones a pie y en BTT, esquí de travesía, descenso de barrancos, parapente, kayak de aguas bravas y escalada.
El pueblo de Lanuza se encuentra en el valle de Tena. Aquí se respira historia, cultura, deporte y naturaleza. Tiene peculiaridades propias, como las grandes casonas de piedra, los empinados tejados de pizarra, los puentes medievales y los escudos tallados en piedra. Pero sobretodo llama la atención la historia de este pueblo. En 1978 los habitantes del pueblo tuvieron que abandonar sus casas por la construcción del embalse. El pueblo original sigue bajo sus aguas y, sobre sus techos sumergidos, navegan hoy las piragüas.
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