Restaurante Masía del Pla

Rodeada de cultivos, a los pies de la sierra de Miramar, encontraréis la Masía del Pla. Una Masía de estilo catalán, que ha sufrido diversas ampliaciones y reformas al largo de su historia. Dispone de diferentes comedores, ideales para cualquier tipo de comida, celebraciones especiales, todo tipo de banquetes, congresos y convenciones de empresas. Los amplios comedores se combinan con espacios privados acogedores para comidas más relajadas, todo esto servido por un amplio equipo interesado en hacer agradable tu estancia y que no olvides en ningún momento la calidad de los alimentos servidos en la mesa para disfrutar de unas de la cocinas más reconocidas en la comarca del Alt Camp.

En un ambiente acogedor y muy familiar, en el Restaurante Masía del Pla se ofrece una cocina elaborada con productos de temporada. La cocina, dentro de la tradición de la cocina catalana, se permite ciertas licencias combinando productos autóctonos de nuestra tierra con otros ingredientes. Una de las especialidades en Temporada (de Noviembre a Marzo) son las calçotadas. Calçots hechos con sarmientos de viñas y la carne hecha en la brasa.

Coincidiendo con la entrada del verano del 2010 se inauguró la nueva zona exterior de más de 1.000 m2, limitada por una valla formando un espacio íntimo y protegido de la circulación del vehículos. En el jardín, realizado siguiendo criterios de “Xerojardineria”, podréis relajaros con la variedad de plantas y escuchando el sonido del agua de las dos fuentes. Diseñado especialmente para poder ofrecer aperitivos en un espacio elegante que dará un toque de distinción ante los invitados.

Bajo una espectacular pérgola de madera encontraremos siempre una terraza con mesas y sillas, a cualquier hora del día se podrá tomar un aperitivo, un vermut o un refresco a la sombra, y durante la noche se podrá disfrutar de una cena al fresco, un gintónic de Sapphire, un Mojito o cualquier otra cosa buena. La nueva terraza-jardín ha estado adecuada para poder ofrecer un espacio amplio al exterior para disfrutar del sol y las sombras durante el día y del cielo estrellado durante la noche.

Cuando lleguen a disfrutar de una auténtica calçotada a la Masía del Pla, no se tendrán que preocupar de nada. Primero de todo podrán ver como «escalivan» los calçots con el fuego vivos de los sarmientos secos. Después, para ir a su mesa, pasarán por delante de las brasas donde se cocinan en la parrilla la butifarra negra, la longaniza de Valls, la carne de cordero de l’ Alt Camp y las guarniciones (patatas, alcachofas y tomates). Una vez estén en la mesa, os tendréis que poner el babero (el cual os podréis llevar de recuerdo). Se servirán, en tejas, los calçots acabados de hacer, acompañados con la reconocida salsa hecha de manera artesanal y el característico porrón de vino. Posteriormente, y bien caliente, tendréis delante: la butifarra negra y la longaniza con judias blancas, y la carne de cordero con las alcachofas, el tomate y las patatas «al caliu». Para hacer una gran fiesta correrá el cava. Y de postre, una buena crema catalana casera con el azúcar quemado bien crujiente. El café, el cortado, el carajillo o la infusión, acompañarán la tertulia. Si venís con niños, ellos pueden comer el menú infantil que hay disponible para los más pequeños. Cuando acaben podrán ir a los columpios o correr por el camino y los campos que hay detras de la masía.

Comprometidos con el territorio y sensibles a las dificultades del mundo rural actual, en Masía del Pla están comprometidos con los productores y elaboradores de la zona. Les gusta ofrecer una cocina elaborada con productos de temporada dando prioridad a productos autóctonos y de calidad. El comercio de proximidad es muy imortante. Que los productos recorran el mínimo nombre de kilómetros posibles ayuda a que contaminemos menos contribuyendo de esta forma minimizamos enérgicamente y medioambiental.

El municipio del Pla de Santa Maria, situado en plena Ruta del Cister, ofrece a todos los visitantes un interesado legado histórico y natural que hay que descubrir. Muy bien situado y comunicado. El término del Pla tiene una gran concentración de construcciones de piedra seca, edificaciones que desafían el paso del tiempo, y que son el testimonio de una época pasada. La piedra como único material para separar fincas, para trazar caminos, para proporcionar cobijo, para aprovechar el agua para hacer con el mínimo el máximo. La Ruta de la Capona permite descubrir un entorno, un pasado y un patrimonio magnífico y sorprendente, mostrando al visitante el arte de la piedra y la belleza del lugar. Hay que contemplar todo: las construcciones, las piedras, los detalles, las plantas, los cultivos, los árboles, los colores, las formas... y dejarse seducir.